jueves, 1 de julio de 2010

Vino estival.


Por fín verano. ¿Quien lo diría después de 9 meses encerrados en un aula? Viendo como el profesor explica, sin muchas ganas de atender; mirando por la ventana, viendo el cielo limpio de nubes, azul. Imaginando que tal vez, podíamos estar haciendo otras cosas como: pasear en bicicleta por la avenina marítima, tomar el sol en la playa de las canteras, ir a sacar fotos al muelle deportivo, hacer surf en las cicer ... ¡Ahora esas infinitas posibilidades pueden hacerse realidad! Feliz época estival. El mar cristalino donde puedes adivinar las rocas que te encuentras en el fondo, rodeadas de algas verdes, y pequeños peces. El agua fría por naturaleza acariciando tus pies calientes por el agradable sol de la mañana. El olor a crema solar en los hombros. Bonitos sombreros de paja que te pones por la tarde para pasear. La toalla tendida en la piedra caliente a ras de una pequeña barca para ir a descubrir sitios todavía no nombrados ...
Creo, que esto es el verano.
Frutales cargados. Dorados trigales ...
Cristales ahumados. Quemados jarales ...
Umbría, sequía, solano ...
Paleta completa: Verano.

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