Pero ... ¿y esas sombras?, ¿esos hombres que tanto ansían también esa dulce inocencia?
No son más que hombres que lo único que quieren es ser admirados, ser mentores de esas niñas. Porque al fin y al cabo, las niñas no son tan niñas, y los hombres, no son tan hombres. Así visto no tiene porque ser nada malo, cada uno tiene una misión.
Pero ahí esta la clave, no sabemos quien miente y quien no.
Quien es el inocente.
Quien es el ingenuo.
Quien es la niña.
Quien es el hombre.
¿Quien se come a quien?
Las niñas no comen hombres, las niñas buenas, se comen a sus gatitos.
miau